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domingo, mayo 05, 2013

Otra forma de curar


Albert Anker (1831-1910)

Cuando no existía la medicina tal y como la conocemos ahora, muchas enfermedades del cuerpo y del alma era tratadas, ya que no siempre curadas, por unas personas muy particulares, los curanderos. 

A grandes rasgos parece que en mi tierra había tres clases de curanderos, los curanderos predestinados que eran unos individuos en los que se daban ciertas circunstancias en el momento de su nacimiento, como llorar en el claustro materno, tener grabada una cruz en el paladar y la rueda de Santa Catalina en la base de la lengua o haber nacido en Viernes Santo, entre otras. Y a estos curanderos se les llamaba saludadores.

Su forma de curar era echando el aliento, aplicando su saliva e incluso su orina sobre las lesiones al tiempo que recitaban conjuros y oraciones.

Otra clase de curanderos era por aprendizaje, como por ejemplo los ensalmadores. Quizás estos fueron los curanderos mas comunes y en sus rituales utilizan la palabra ensalmo. El conocimiento de estos curanderos se transmitía poco antes de morir de padres a hijos o de suegras a nueras. En realidad esta forma de sanar tiene más que ver con la forma de realizar los rituales que con el curandero en si.

Y por último los curanderos de ocasión. Estos eran en realidad unos curanderos bastante curiosos porque ni habían sido predestinados y nadie les enseñó los rituales. Sencillamente eran personas que en un momento dado estaban en el lugar en donde se iba a celebrar algún ritual y les tocaba colaborar.

Como por ejemplo para tratar una enfermedad infantil, los ingalius. Este padecimiento poco preciso se caracterizaba por la extrema delgadez y la anemia. Se decía que cuando un niño estaba encanijado era que tenía los ingalius y para curarle se reunía la familia y le ataban las piernas con un hilo de lana hilada en la casa. Luego, una persona lo llevaba a una encrucijada de dos caminos por los cuales hubiera pasado o pudiera pasar el viático. Allí se sentaba con el niño entre sus brazos y a la primera persona que pasaba le entregaba unas tijeras y le decía: Hombre que vienes con fortuna, corta los ingalius a esta criatura. Y el hombre o la mujer cortaba el hilo que ataba las piernas del niño y con esto quedaba cortada la enfermedad. Un requisito para que el rito surtiera efecto es que había que realizarlo en silencio y las personas que intervenían tenían que separarse sin despedirse.

El curandero de ocasión tomaba parte también en lo que era conocido como bautismo del puente. Este bautismo era un bautismo anticipado para prevenir abortos y malos partos. Para llevarlo a cabo, la embarazada se dirigía a media noche hacia un puente que tuviera un crucero de caminos y tenía que ser siempre el último sábado de un mes. El primero que apareciera por allí sería el que ejercería de curandero de ocasión mientras se retiraban los familiares. El curandero ponía un gramo de sal en la boca de la embarazada y hacía una cruz en su vientre con un hisopo de agua bendita mientras pronunciaba frases sacramentales con los nombres del supuesto bautizado. Terminada la ceremonia se arrojaban al río los utensilios empleados y se reunían todos en el campo para cenar.

Una de las enfermedades mas temidas en aquellos tiempos era el mal de ojo, sobre todo durante la infancia y que se producía por ser mirados con ira o envidia por personas capaces de producir este mal. Para curar esta enfermedad se empleaban muchos remedios, oraciones, aspersiones con el ramo de laurel bendecido en el día de Ramos y empleo de objetos como medallas o amuletos,  de los que el mas eficaz parecía ser la cigua o puñesín (mano normalmente de azabache con el puño cerrado que tiene el dedo pulgar metido entre el índice y el medio) Claro que no siempre esto daba resultado, así que había que acudir al curandero que empleaba algún ritual, el mas común de los cuales era el de pasar el agua mientras recitaba un conjuro mas o menos como este: Dos ojos te vieron y un corazón malo. Dios te bendiga y el Espíritu Santo.

Aunque ahora os parezcan una tontería todas estas ceremonias, la gente de entonces se las tomaba muy en serio y eran muy respetadas. Además yo no creo que la forma de proceder de aquellas gentes esté muy lejos de las que ahora van a que les echen las cartas, o le pasen el agua, o les realicen cualquier ritual para tener suerte en el trabajo, en el dinero o en el amor y eso que ya estamos en el siglo XXI y se supone que ya no deberíamos de creer en nada de eso.

22 Comments:

Anonymous unjubilado said...

Ya verás como se le busca utilidad y se extiende el curanderismo por toda la península gracias a la ministra de sanidad "Yo Mato".
Estoy pensando en buscarme un curandero especialista, por los recortes que nos empiezan a afectar.

mayo 05, 2013 8:59 a. m.  
Blogger Senior Citizen said...

Ya estoy viendo que la plantilla de curanderos en Asturias era muy nutrida y variada. ¿Pervive alguna de esas modalidades de curanderismo? Porque, como tú dices, no están muy lejos de otras patrañas actuales en las que cree la gente a pie juntillas.

mayo 05, 2013 9:39 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Unjubilado - Tal vez tengamos que volver a los curanderos eso si nos dejan pensión para pagarles.

Senior Citizen - No tengo ni idea, es posible que teniendo en cuenta que todavía existe gente que cree en ellos, alguno quede.

mayo 05, 2013 10:05 a. m.  
Anonymous unjubilado said...

A Leodegundia y Senior Citizen He buscado bastante información y he encontrado muchas referencias actuales aunque con mucho grado de oscurantismo, bloqueros que lo han vivido en carne propia, o en sus familiares, personas que asienten sin decir donde y cuando, así que me he decantado por una información de un bloguero médico jubilado, que en su blog y en un artículo titulado "Curanderos del siglo XXI, curanderos dulces", donde nos explica la nueva cara de los curanderos.

mayo 05, 2013 12:54 p. m.  
Blogger Ligia said...

Tengo experiencia en ir a algunos curanderos cuando mi hija pequeña apenas comía para que le curaran "el empacho" sobre todo (un contrasentido). Pero mi madre me decía que "mal no le iba a hacer"...
Me imagino que habrá de todo en ese mundo. Abrazos

mayo 05, 2013 2:04 p. m.  
Blogger Senior Citizen said...

Los curanderos actuales no son tan inocuos como dice en el enlace de Unjubilado, pues esas que llaman medicinas alternativas muchas veces retrasan tratamientos o, incluso, pueden ser contraproducentes.

mayo 05, 2013 2:17 p. m.  
Blogger Francisco Espada said...

En la actualidad, la medicina científica la entendemos como la tradicional y a la tradicional como alternativa, pero no hay dudas de que la científica es reciente y la tradicional se pierde en la sabiduría de los tiempos.

Besos.

mayo 05, 2013 3:14 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Unjubilado – Muchas gracias por la información, se nota que te lo tomaste con interés y lo que siento es haberte hecho trabajar tanto, pero mira, así todos estamos mas informados.

Ligia – Supongo que cuando uno no encuentra solución a los problemas en el entorno habitual, lo busca en donde sea y tener un hijo que no quiere comer es un gran problema, lo se bien.

Senior Citizen – Supongo que los que van en busca de esas medicinas alternativas es porque no encuentran lo que buscan en la medicina que ahora llamamos tradicional.

Francisco Espada – Es complicado a veces lo de elegir quien te pueda ayudar en caso de enfermedad sobre todo como le digo a Senior Citizen cuando la medicina oficial no te da solución a esa enfermedad.

mayo 05, 2013 5:12 p. m.  
Blogger GUILLE said...

El curanderismo es dificil de erradicar porque sea la causa que sea la gente recurre a ellos y algunas veces "aciertan". Son personas con una psicologia y una intuición muy finas,no suelen pillarse los dedos, suelen hablar con doble sentido, asi siempre les sale bien. Un día nos llegó a la botica una mujer con una serie de "recetas" para que se las preparara mi padre,era todo plantas inocuas, le preguntamos por el diagnóstico y nos contestó que tenia la enfermedad de la sangre colora" al mes murió de un cancer de matriz. Otro nos llegó con una úlcera de estómago le mandaron que tomara agua de cal, reventó como el lagarto de Jaén, pero hay que pensar que tienen una lógica aplastante porque con el tiempo, el ver las recetas,aprendian.
En la carretera de Granada-Guadix en el Molinillo, había un santón con una fama tremenda aun muerto la gente visita su cueva que siempre está abierta para el caminante, el fuego encendido, comida... todo limpio y mmuy cuidado.
Me he colado, lo siento.Abrazos

mayo 06, 2013 1:38 a. m.  
Blogger Trini Reina said...

Pienso que lo que ha sucedido es que todo ha cambiado a lo que ahora vemos como, y tú lo dices, lo de las echadores de cartas y los que leen la mano o cosas de esas en la que yo ni creo ni dejo de creer, por si las moscas...
Ahora, afortunadamente, hay otros remedios para curar, pero la gente tiene necesidad de creer en lo sobrenatural (otros dirían engaño) y ahí estamos buscando milagros.

No tenía ni idea de lo de los curanderos ocasionales.

Besos

mayo 06, 2013 3:03 p. m.  
Blogger Javier G. Pérez said...

Estaba pensando que si me hubiera tocado estar malo y me tiene que atender el del aliento (según en el estado que viniese) y lo tengo que soportar después de salivarme y orinar en la zona del mal, creo que lo siguiente sería morirme irremediablemente…
Jope, esto es tan malo como los gobiernos que hemos padecido y padecemos. Quizá mi problema sea el de no servir como paciente.

Saludos y, espero que no nos haga falta ningún curandero ni la Seguridad Social.

mayo 06, 2013 9:07 p. m.  
Blogger fonsado said...

Sorprendente. He conocido "curanderos", pero de los que podíamos considerar "normales". Pero esto que cuentas es curiosísimo.
Un abrazo.

mayo 07, 2013 7:33 p. m.  
Anonymous Maria said...

Aunque ahora la gente suele ser más cauta y desconfiada siempre existirán curanderos, sanadores, magos, brujos, médicos alternativos, etc... que ofrezcan sus servicios a la gente cuya esperanza a veces llega a nublar su buen juicio.

mayo 07, 2013 11:28 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La vecina de mi suegra «rezaba las culebrillas» yo personalmente siempre he creído en el aciclovir de 800.

Lo del bautizo del puente está bien, tiene su convite y todo.

Y estoy totalmente de acuerdo con el último párrafo. Mucha tecnología, pero al final muchos siguen creyendo en un ritual.

mayo 08, 2013 11:07 a. m.  
Blogger Senior Citizen said...

He vuelto a leer el post después de subir a Flickr las fotos del Día de la Cruz y lo de los ingalius me ha recordado el pero y las tijeras que siempre hay en la cruces. El pero porque la gente dice: Está bien, pero... Y las tijeras para cortar ese pero. Todo simbolismos, como el hilo en las piernas del niño con ingalius

mayo 08, 2013 2:41 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Guille – Supongo que siempre hay gente que cree porque necesita creer sobre todo cuando no encuentra alivio en la medicina oficial y claro, se agarran a lo que sea con tal de recobrar la salud.

TriniReina – Creo que ahí está la cuestión, en el "por si acaso", en esas dudas que en realidad nos nacen por mucho que queramos mantener la cabeza fría.

Javier 16 - :-) Bueno, es que lo del aliento y la orina da como cierto repelús, es posible que por no sentirlo tal vez de pronto se recuperara la salud a toda máquina.
Estoy de acuerdo, ni curandero ni médico oficial, no hay nada como la salud, quizás por eso en la canción se pone la salud por delante del dinero y del amor "Tres cosas hay en la vida, salud, dinero y amor….."

Fonsado – La historia de la humanidad está llena de cosas curiosas.

María – Es cierto porque en el fondo las personas no somos capaces de desprendernos del todo de esas creencias ancestrales.

Salamandra – Si, por lo mismo que le digo a María

Senior Citizen – Tienes razón, tienen el mismo sentido, es interesante lo que dices, no había caído.

mayo 08, 2013 5:23 p. m.  
Blogger Alejandra Sotelo Faderland said...

Leodegundia, por aqui, te cuento que los curanderos estan en su apogeo. En cuanto al mal de ojo, la gente cree apie juntillas en el, e incluso te enseñan el ensalmo para curarlo.
Hasta tuvieron el tupé de decirme que mi migraña era mal de ojo e intentar curarla (no se va ni con ergotamina, menos con un ensalmo...) y otro HIT local es el empacho, para lo cual algunos 'tiran el cuero' o sea te retuercen la piel de la espalda (duele como la gran p) lo que se comprobo que daba lugar a lesiones, o con una cinta que mida mas que tres veces el antebrazo.
En el campo, hasta a los animales que puedan haber comido algo que les caiga mal, los curan asi.

mayo 10, 2013 4:13 a. m.  
Blogger Una mirada... said...

Antes y ahora hay un abismo entre el curandero que conoce los antiguos remedios basados en el sentido común y el uso de las plantas y el vulgar charlatán que se rodea de una parafernalia peculiar que, en determinados casos, puede servir como efecto placebo pero nada más.
En la zona donde vivo ha habido siempre curanderas -algunas convertidas ya en míticas y tildadas de brujas en su época-, expertas en brebajes vegetales, "mano de santo", dicen las yayas, para personas y animales con afecciones comunes. Pero magia o don, en absoluto, sino aprendizaje de los elementos naturales del entorno, que han sido la base de la medicina moderna.

mayo 10, 2013 2:01 p. m.  
Blogger PEPE LASALA said...

Mucha gente recurre a curanderos por desesperación. Supongo que todos no serán iguales, pero en ocasiones, en los medios de comunicación, han salido casos de gente que se aprovechaba de los enfermos. Muy buena entrada. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amiga.

mayo 10, 2013 11:04 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Alejandra Sotelo Faderland - :-) Puede que no se te curara la migraña porque eres mujer de poca fe, para esto de los curanderos hay que creer y así ya está la mitad del remedio hecho.
Si, se que en algunos lugares también los curanderos atienden las enfermedades de los animales.

Una mirada – Estoy totalmente de acuerdo contigo, hay curanderos serios que utilizan la naturaleza con la que en muchas ocasiones arreglan algunos problemas menores y hay también los charlatanes que no se convencen ni a si mismos pero que se aprovechan de las necesidades de los demás.
Triste es la cantidad de curanderas que acabaron en la hoguera al ser acusadas de brujas, pero estoy segura que en el fondo de esas acusaciones siempre había una venganza personal que nada tenía que ver con su trabajo.

Pepe Lasala – Gente que se aprovecha de los demás siempre la hubo y la seguirá habiendo, es triste, pero es así. Por eso hay que tener mucho cuidado a quien se dirige uno en caso de falta de salud.

mayo 11, 2013 12:24 p. m.  
Blogger RosaMaría said...

Siempre queda algo valioso para leer en tu blog. La pintura es muy interesante. Besos.

agosto 15, 2013 3:51 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Rosa María - Son cosas curiosas que merecen la pena conocerse.
Es un buen pintor.

agosto 16, 2013 8:52 a. m.  

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