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domingo, febrero 24, 2008

Peleones

A lo largo de la historia el hombre demostró ser muy pendenciero, si corrían tiempos de guerra, peleaba, y si trascurrían tiempos de paz, peleaba también. ¿Motivos?, cualquiera era bueno, el honor, la venganza, el querer declararse mejor y más hábil con las armas, cualquier ofensa recibida o que se creía haber recibido, el motivo era lo de menos, el caso era pelearse.

En la Edad Media estas peleas se conocían con el nombre de torneos. Los caballeros vestidos con sus hermosas armaduras, montados en fuertes y resistentes corceles no menos adornados y protegidos que sus jinetes, y armados con lanzas, espadas o mazas intentaban derribar y vencer a su oponente para gloria propia y divertimento de todo aquel que quisiera presenciar la lucha.

Al ir evolucionando la vida y con el cambio de las modas y la aparición de nuevas armas, los peleones se bajaron de los caballos pero no por ello dejaron de luchar, ahora los torneos se convertirían en duelos. Al contrario que en los torneos que se realizaban a la luz del día y a la vista de todos, los duelos, por alguna razón que desconozco, se convirtieron en clandestinos y es por ello que se llevaban a cabo al amanecer o al atardecer en lugares apartados, sólo ante la mirada de los padrinos que hubieran elegido los contendientes.

Las armas utilizadas eran las espadas o las pistolas y eran los padrinos los que negociaban las condiciones de la pelea que podía ser de tres niveles: a primera sangre; que significaba que en cuanto se derramara sangre, aunque fuera poca, se paraba la lucha; hasta que uno de los contendientes fuera herido de gravedad, momento en que la lucha ya no podía proseguir y a muerte, cuando el ofendido había puesto como condición que la afrenta sólo quedaría saldada con la muerte del ofensor, claro que a veces era el propio ofendido el que moría en el duelo porque estas luchas dependían más de la habilidad y destreza del luchador que de la razón o la justicia.

Normalmente cuando el duelo era a pistola, cada contendiente podía disparar un solo tiro, si ninguno de los dos tenía puntería y ambos resultaban ilesos, el ofendido podía dar por terminada la pelea y aquí paz y después gloria. Si el ofendido era además de peleón un cabezota, la lucha podía continuar hasta que uno de los dos resultara herido o muerto, pero si seguían sin atinar, el duelo se daba por terminado supongo que por aburrimiento de los padrinos que estarían temiendo que los tiros errados acabaran por darles a ellos.

Dada la gran cantidad de muertes que se producían por los duelos, estas luchas fueron prohibidas, pero claro, prohíbe algo y verás como ese algo gana adeptos porque además de la lucha en si, tenía un aliciente añadido, el de hacer algo no permitido. Así que los duelos siguieron. Aún en el siglo XX, los universitarios alemanes llevaban a cabo unas luchas llamadas mensur en la que se enfrentaban unas fraternidades contra otras sin necesidad de que mediara ninguna ofensa. Luchaban con sables y protegían sus cuerpos para evitar muertes, pero una pequeña herida era como un premio del que se presumía un montón. Terminada la lucha todos los contendientes se iban de parranda y acababan con una buena cogorza.

Algunos duelos nos pueden parecer cosa de risa, como por ejemplo uno en el que cuentan que el arma elegida eran bolas de billar que se lanzaban los dos contendientes, o este otro en el que al parecer pelearon subidos a unos globos aerostáticos y el objetivo era pinchar el globo del contrario cosa que uno consiguió con el resultado de la muerte del otro contrincante y su padrino al caer el globo a tierra. Desde mi punto de vista estos enfrentamientos no tienen ninguna lógica y demuestran que la gente que los practica tiene una mentalidad que no avanzó nada.

Hoy en día siguen existiendo esos duelos aunque ahora se les llame enfrentamientos, hay enfrentamientos entre bandas de distinto tipo, entre clubes deportivos, entre partidos políticos, entre grupos religiosos etc. etc.. Unos son enfrentamientos con armas de todo tipo y en algunos casos con muertes y otros sólo verbales, que aunque no maten físicamente, pretenden la aniquilación del contrario destruyendo su fama y su honra.

En los comienzos de todos estos enfrentamientos eran los hombres los protagonistas de las luchas, pero ahora la mujer también se integró y toma parte tanto en duelos verbales como físicos y quizás muchas piensen que esto es un logro en eso de la igualdad con el género masculino, pero a mi entender no es ningún avance igualarse a alguien que sólo sabe utilizar la violencia como medio para dirimir las diferencias. Y con esto no quiero decir que todos los hombres sean así, los hay que utiliza la inteligencia y no la fuerza.

¿Hasta cuándo va a continuar este comportamiento?

27 Comments:

Blogger Trini Reina said...

Creo que para siempre, por los siglos de los siglos.

El otro día vi en televisión, como hay personas que en lugar de irse de turismo a ver ciudades desconocidas o a disfrutar de playas virgenes, prefieren pagarse unas "vacaciones" donde se enfrentan, de mentirijillas, unos a otros como si de una guerra se tratase. No sé como se llama esta novedad, la verdad es que no le presté demasiada atención a las palabras del locutor de turno, pero si vi a varios señores pertrechados para la batalla con su ropa de camuflaje y sus rifles de fogueo. En fin...Vivir para ver.

Besos

febrero 24, 2008 5:54 p. m.  
Blogger Azusa said...

El ser humano a veces es así de estúpido, en ocasiones nos creemos mejores que los de otras épocas y en realidad sólo cambian las maneras de enfrentarse

febrero 24, 2008 6:16 p. m.  
Blogger Marian said...

El hombre no aprende y con el paso del tiempo va siendo cada vez más bruto.
En cuanto a las mujeres tampoco dice mucho a nuestro favor que seamos tan tontas de imitar aquello que detestamos de los hombres, la violencia, tanto física como verbal.
Saludos.

febrero 24, 2008 9:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La pelea, la lucha, la contienda, la batalla, la pugna y mil palabras más, ha existido desde que el mundo es mundo y seguirá existiendo mientras no seamos razonables y no reconozcamos nuestros fallos, fallos como la soberbia, vanidad, endiosamiento, presunción, engreimiento... y sobre todo no reconocer la culpabilidad del hecho, ni aceptar disculpas, guardando rencor y venganza hasta la muerte.
Así somos los seres humanos y encima nos jaztamos de los hechos.
Un abrazo. JTH

febrero 24, 2008 9:18 p. m.  
Blogger Ligia said...

Yo tampoco entiendo lo de las peleas, cuando hay tantas formas de expresar nuestros sentimientos. Ahora, que una buena pelea con bolas de billar tendría que ser la leche, ja, ja. Muy bueno el post, Leo

febrero 24, 2008 9:23 p. m.  
Blogger Franziska said...

No sé si los hombres lo llevan en los genes y ésta sería una buena excusa. Durante millones de años fue garantía de supervivencia. Si yo fuera un antropólogo seguramente te diría que todo obedece a patrones culturales establecidos. La cuestión es compleja. Pero es evidente, salta a la vista. Incluso hay gentes que valoran la agresividad verbal -en el campo de la política, por ejemplo- Tendríamos que ponernos de acuerdo y desterrar ciertos patrones de conducta que aceptamos no sólo como normales en los hombres sino que, incluso, se consideran encomiables.

Si se atiende a las crónicas de sucesos, sólo en España, hay una enorme cantidad de agresiones de todo tipo, por las cuestiones más pueriles.

Como siempre, es un tema interesante sobre el que se podría reflexionar largo y tendido. Por mi parte, me parece que ya no es correcto continuar.

Un abrazo.

febrero 24, 2008 10:04 p. m.  
Blogger ABRAHAM LÓPEZ MORENO said...

Entre en tu casa para saludarte y darte las gracias por tus palabras y visita a "Panorámica Cazorlense" y "Jaén. Bella ciudad de luz". Felicidades también por tu blog y espero estar en contacto. Un abrazo.

febrero 25, 2008 8:25 a. m.  
Blogger almena said...

Me temo, querida Leodegundia, que la respuesta a tu pregunta final es que nunca terminarán.
Somos así de....
Bueno, que somos así.
No sé, no creo que sea pesimista, sino más bien desesperanzada.

Un abrazo

febrero 25, 2008 10:57 a. m.  
Blogger Maribel Sánchez said...

formulas la pregunta del millón.
Esto no fin, somos así aunque hablando digamos que no.

Un beso preciosa

febrero 25, 2008 11:29 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

La verdad es que es un tema sobre el que la Literatura nos ha trasladado una idea “romántica” y exaltada. Es curioso el protocolo que rodeaba los duelos que, tras el honor, posiblemente, ocultaban motivos más terrenales. Esas elegancias “caballerosas”… mitad ejemplo público, mitad espectáculo gratis hay que entenderlas dentro del patrón de comportamiento social de una época. El ofendido se veía forzado a elegir entre una muerte digna o una posición de escarnio en la sociedad. Porque, más que patrimonio y hacienda, el honor y la honra valían más que la vida. Aunque nos parezca una práctica de violencia innata “civilizada” por estar sujeta a un código, resulta que salvo la parafernalia que rodeaba los duelos, el trasfondo sigue siendo el mismo. Ahora tampoco nos hace falta mucho para dar rienda suelta a nuestro instinto predador… basta una mirada que se sospeche ambigua para que los peleones salten.
Y respecto a la pregunta, creo que aunque parezcamos más sensibilizados... durará per secua seculorum.
Muy interesante, como sempre.
Un besín

febrero 25, 2008 11:42 a. m.  
Blogger Hannah said...

¡Eso mismo me pregunto yo, querida Leodegundia! Pero la respuesta ni siquiera está en el viento...
Un abrazo entrañable
Hannah

febrero 25, 2008 4:27 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Trini – Si Trini, pero no es ese sólo un juego extraño, hay otro que te llevan a un lugar lleno de coches y te proporcionan un martillo para que los destroces, dicen que es una buena terapia para echar el genio fuera, pero yo creo que lo único que consigue es que la persona se vuelva más violenta y cada vez necesite más actos de estos para calmarse.

Azusa – Estoy de acuerdo, como siempre digo el mundo es un teatro en el que con el paso del tiempo sólo cambian los actores y el decorado, el argumento es el mismo.

Marian – Esa es una de las cosas que más me molesta en las mujeres, que en su afán de igualarse a los hombres no se paran a reflexionar si actuar como algunos de ellos es algo positivo.

Jth – Lo se, y soy pesimista en cuanto a que le vea solución a este comportamiento, pero no deja de darme pena que con tantos siglos a nuestras espaldas todavía no hayamos aprendido nada.

Livaex – Jaja, no se si sería muy buena porque un buen bolazo en la cocorota debe de ser tremendo y además en ocasiones mortal.

Franziska – Me temo que acostumbrados a echarles las culpas a cualquiera, sean ahora los genes los que carguen con ella.
En cuanto a la violencia existente no hay más que ver que cada vez los actos violentos son más frecuentes en gente joven, lo que indica que es un reflejo de lo que ven en los mayores.

Abrahan López Moreno – Tus blogs son muy interesantes e instructivos para poder conocer esa zona.

Almena - :-) Bueno, se podría decir que la pregunta la puse por poner porque desgraciadamente la respuesta creo que está clara en la mente de todos.

Maribel Sánchez – Si, ya se que cuando nos definimos todos somos mas pacifistas que nadie, pero luego en la realidad es otra cosa muy diferente.

Marian – Dices bien en que a todos estos duelos se les rodeaba de un halo de romanticismo y de valores como el honor y otras lindezas, pero en el fondo no eran más que presunción, envidias, venganzas y demás sentimientos poco recomendables.
:-) En cuanto a la pregunta es preguntar por preguntar porque la respuesta creo que sería mientras dure el ser humano.

Hannah - :-) La respuesta está tan cerca que todos la podemos ver aunque nadie la quiera aceptar.

febrero 25, 2008 8:46 p. m.  
Blogger Azul said...

Y es que nos empeñamos en repetir la historia y lo que es peor aún los mismos errores....

Un abrazo Leo.

febrero 26, 2008 12:06 a. m.  
Blogger Tawaki said...

Me temo que hasta que dejemos de ser hombres (en el sentido de seres humanos) porque sigue existiendo la necesidad de quedar por encima de los demás. Es algo que está en nuestros genes y que hacemos de una forma más o menos reprimida.

Un abrazo

febrero 26, 2008 3:27 p. m.  
Blogger Meigo, aprendiz de Druida said...

Hay cosas que no cambian. Es consustancial al hombre el dirimir sus diferncia por medios violentos. en fin, seguiremos esperando mundos mejores.
Un beso.

febrero 26, 2008 8:48 p. m.  
Blogger AdR said...

Lo de a primera sangre no lo conocía, me parece muy digno e inteligente :) Aunque nada que conlleve violencia me lo parece en realidad, pero dentro de todo... y dejando la espectacularidad de los torneos... me quedo con lo de primera sangre.

Interesante post.
Me gustó.

Besos

febrero 27, 2008 12:17 a. m.  
Blogger carlitos said...

Un duelo a primera sangre nunca lo oí y se oye de mas habilidad. Nunca me ha interesado buscar una pelea, a lo mejor me pelee un par de veces pero no fue por haberlas iniciado.

Supongo que pasa lo mismo que en el resto del reino animal, siempre quiere estar un macho dominante al frente de la manada.


Besos

febrero 27, 2008 6:49 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Una entrada maravillosa, ...como todas. Gracias Leo

febrero 27, 2008 7:49 p. m.  
Blogger A.M. said...

Estaría bien que el hombre recapacitara y dejara de pelear, pero creo que desgraciadamente es una utopía. Y es una pena, pues creo que las peleas, las luchas, no llevan a ningún lugar, todo lo contrario creo que engendran aún más luchas. Una pena...
UN abrazo muy grande linda!!!

febrero 27, 2008 8:30 p. m.  
Blogger Isabel Barceló Chico said...

Los duelos, como muy bien dices, fueron prohibidos por ley para evitar muertes in�tiles, pero ya sabemos que los seres humanos son cabezotas como ellos s�los y no les parec�a ning�n deshonor delinquir para salvar ese mismo honor. Algunas organizaciones prohib�an a sus miembros el enfrentarse en duelo entre s� por ejemplo los masones. Las causas eran de lo m�s variadas, incluyendo las pol�ticas. Una persona bastante proclive a esto de los duelos fue el escritor y pol�tico Vicente Blasco Ib�ez, quien se bati� varias veces, y una de ellas la bala qued� alojada en la hebilla del cintur�n. Imag�nate... En cuanto a esas nuevas formas de enfrentamiento, quiz� est�n bastante alejadas de los duelos, porque en muchos momentos no parecen existir reglas, ni hay �rbitros (que eso eran los padrinos) que velen por el cumplimiento de los m�nimos. Es lamentable que a ello se sumen las mujeres aunque, en este caso, hemos de alegrarnos de que hayan sido pocas las que se han metido en esas faenas. Besos, querida amiga.

febrero 28, 2008 12:15 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me temo que aunque nada más quedaran dos hombres en la Tierra y estuvieran juntos habría peleas. Rómulo y Remo, Caín y Abel... hasta en las leyendas se pelean y eso que son hermanos.
Saludos

febrero 28, 2008 10:31 a. m.  
Blogger Jose Antonio G. Villarrubia said...

Pero no me digais que no queda elegante eso de... "Le mando a mis padrinos"
Un saludo Leo.

febrero 28, 2008 4:36 p. m.  
Blogger Hot Woman said...

Está en su naturaleza, pareciera que es algo que no pueden controlar.
Son así y seguirán por lo visto eternamente.
Un beso

febrero 28, 2008 6:02 p. m.  
Blogger Mityu said...

Saludos, querida Leodegundia. Anoche estuve leyendo este post, pero me causa dolor pensar en esa faceta que no podemos arrancarnos, porque, como nuestra capacidad para amar, en distintos grados, está la de dar, odiar, dejarnos arrastrar por los impulsos primarios que conllevan al combate, si no de una forma, de otra.

En cualquier caso, es un asunto de paz el que me trae. Que sepas que mis ojos vinierona verte, y mi alma con ellos.

Feliz fin de semana.

febrero 29, 2008 4:26 p. m.  
Blogger Sofía Campo Diví said...

El paso de los años ha hecho que de peleas físicas se pase a otras peleas verbales mas hirientes que las anteriores.Las dos son malas, pero creo que pelear es innato en el hombre y a pesar de la inteligencia de los seres humanos, la paz no consigue ganar la mejor batalla. Un saludo

marzo 01, 2008 10:49 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Azul – Tienes razón, los errores los repetimos una y otra vez sin intentar siquiera corregirlos.

Tawaki – Estoy de acuerdo contigo, pero es una pena porque la violencia no lleva a ningún lado bueno.

Meigo, aprendiz de druida - :-) Pues como nos hagan esperar mucho yo ya no lo veré.

Adr – Bueno, supongo que en algunos casos en los que uno se vería abocado sin ninguna gana a un duelo por no quedar mal con la sociedad, quizás incluso se pactaría un arañazo para darlo por zanjado.

Carlitos – Las peleas en la mayor parte de los casos sólo conducen a otras peleas.

Consumidor irritado – Me alegra que te haya gustado.

Iris - :-) Creo que lo lleva tan adentro, que si sólo existiera un hombre sobre la capa de la tierra, se pelearía consigo mismo.

Isabel romana – Tienes razón, hoy en día esos enfrentamientos, sobre todo los verbales, no tienen regla ninguna y así podemos escuchar verdaderas barbaridades, de las que además los protagonistas se sienten incluso muy orgullosos.

Unjubilado - :-) Como le dije a Iris, si sólo uno quedara en la tierra, seguro que se pelearía con él mismo.

José Antonio G. Villarrubia - :-) Si, si, muy elegante aunque no entiendo como nadie quería ir de padrino porque más de uno perdió la vida en tan “interesante” papel.

Hot woman – Supongo que si ya que durante tantos siglos como el género humano lleva sobre la tierra su comportamiento no varió mucho.

Mityu – Me alegra tu visita tan llena de paz porque paz y serenidad es lo que necesito en abundancia esta temporada, espero que yo te la pueda proporcionar a ti con la misma intensidad.

Sofi - ¿Sabes? empiezo a pensar que eso de la inteligencia del ser humano es más palabrería que realidad, si realmente fuéramos inteligentes muchos de los defectos que arrastramos desde años ha ya no tendríamos que tenerlos ¿no?. Bueno, creo yo.

marzo 01, 2008 5:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Uyy en esto de los duelos hay mucha tela que cortar.
Realmente los duelos a "primera sangre" exigidos como "reparación" o "satisfacción" de alguna ofensa siempre los he encontrado geniales.
Nada de subterfugios, nada de hablar mal de uno a terceros, nada de venganzas ocultas y traicioneras, sino cara a cara.
Aunque claro, es bien sabido que si alguien era ducho en el manejo de algún arma, solía aprovecharse y abusar de esa condición.
Por eso el Marqués de Queesberry reglamentó el boxeo y lo elevó a la categoría de "noble arte"...ya que no se podía impedir los enfrentamientos...por lo menos que el riesgo de muerte fuera mínimo.
Un beso.

marzo 05, 2008 12:29 p. m.  

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