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viernes, noviembre 17, 2006

Regalo típico

Cuando se hacen viajes, sobre todo al extranjero, los familiares y amigos suelen decir: “tráeme un recuerdo” y la persona que viaja, aunque no siempre de buen grado, suele buscar algo típico que visto en el lugar de origen parece “mono” y luego cuando se llega a casa muchas veces resulta bastante hortera y fuera de lugar y la persona que lo recibe no encuentra un lugar apropiado para colocarlo terminando el famoso regalo en algún recóndito lugar en lo más profundo de un armario, no es el caso del regalo al que me voy a referir a continuación.

Me refiero a uno del que nada más verlo, todo el mundo localiza a la perfección su origen, Rusia, por supuesto, son las matryoshkas. Estas muñecas sorpresa tan representativas de ese país sólo llevan “viviendo” allí poco más de cien años, sus antepasados proceden de Japón, concretamente de la isla de Honshu en donde se hacían unas muñecas llamadas Fukuruma que representaban al dios Fukurokuju, uno de los siete dioses de la suerte que representa la sabiduría, la suerte y la longevidad y que se adoraban en China y Japón. Digamos que el nombre de este dios se podría traducir más o menos así: Fuku = felicidad; roku = abundancia y ju = larga vida), bueno no es que yo domine el japonés, sencillamente lo leí y espero que la traducción sea seria porque hay que reconocer que quedó bonito. A este dios se le representa con una imagen de anciano, de frente alta, a decir verdad muy alta, lleva un bastón lleno de escrituras y se acompaña de una tortuga, símbolo de larga vida y una grulla, símbolo de sabiduría.

Al parecer la inmigración se produjo por medio de algunos rusos participantes en la guerra ruso-japonesa que aprendieron la técnica de sus captores y la desarrollaron una vez regresaron a casa. Las primeras matryoshkas se hicieron en Moscú y fueron decoradas con motivos típicos rusos y eran muy caras, ya se sabe, la novedad sube los precios, pero a partir de la Exposición Mundial de París en 1900 tuvieron tanto éxito que la producción subió y los precios bajaron haciéndose más asequibles.

La fabricación de estas muñecas pasó por varios períodos, al principio era un trabajo artesanal en el que la labor de los torneros era esencial pues había que conseguir unas paredes muy finas procurando que la madera no se agrietara y aunque parezca mentira, en esta época a la pintura se le daba menor importancia prestándosele más atención a la cara de la muñeca que al vestido y solían representar diversos tipos sociales como campesinos, comerciantes o guerreros e incluso retrataban a veces a toda la familia, padres e hijos, cada uno era una pieza.

La llegada del socialismo a Rusia terminó con la producción privada de los artesanos que tuvieron que pasar a trabajar en las fábricas en donde quizás la producción de matryoshkas era mayor, pero se perdió la calidad de trabajo artesanal. Cuentan que a los que no trabajaban en las fábricas les resultaba muy difícil utilizar tornos caseros porque la electricidad se les restringió mucho propiciando el volver a utilizar los tornos accionados con el pie a los artesanos que no quisieron dejar de serlo, además la milicia y los representantes de la energía controlaban las vías de comunicación para evitar la posibilidad de que el producto elaborado de forma artesanal, de mejor calidad que el que se producía en las fábricas, se difundiera por otras zonas en donde podría ser vendido, sin embargo a pesar de las dificultades, la mercancía logró llegar lejos aunque en pequeñas cantidades. Ahora con la apertura del sistema económico los artesanos volvieron a recuperar la libertad para crear nuevos tipos de matryoshkas y otras obras de arte típicas de Rusia.

El número más habitual de muñecas que se pueden encontrar en una matryoshka es de 2, 3, 8 y 12, pero también las hay de 24 ó 48. La más grande, tengo entendido que es una que se hizo para el cumpleaños de Lenin y que tenía 72 muñecas siendo la mayor de un metro de altura. Sus formas son muy variadas, lo mismo que su pintura muy simple en unas y muy elaborado en otras, algunas sólo se pintan y otras se tallan o se queman. Al parecer se empieza la fabricación por la muñeca más pequeña, la que no se abre.

Y aprovechando que hablamos de matryoshkas, se me ocurre que las personas somos un poco como estas muñecas. Lo primero que se ve es la primera muñeca, su forma, su colorido, sus dibujos y de ahí se saca la primera impresión. Si se profundiza un poco más en la relación se llega a la segunda y se empieza a conocer como reacciona o como piensa, al menos en público. Al llegar a la tercera va surgiendo una personalidad más cercana a la realidad y quizás es el momento de empezar a ver con más claridad sus defectos y virtudes y a partir de la cuarta es cuando se entra en una especie de niebla que nos impide llegar muchas veces al completo conocimiento pues aquí pueden darse muchas situaciones diferentes: puede pasar que no haya nada más pues es una persona totalmente superficial y la cuarta muñeca esté vacía; o que ni la misma persona se conozca muy bien lo que le hace comportarse de manera que desconcierta a los demás pues no tiene una personalidad definida; o que no quiera que se le conozca pues sabe que lo que hay no es bueno pero si provechoso para la forma de vida que eligió; o que sienta miedo pues sabe que llegado a cierto punto hay más probabilidades de que le hagan daño y por eso procura que la muñeca no se abra y emplea todos los medios que conoce para jugar al despiste y por último hay otros que encierran sus sentimientos en la última muñeca, esa que no se puede abrir.

49 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo tengo una, me la trajo mi hermano de Moscú hace ya muchos años y me encanta (aunque me temo que sea de las industriales). He de tenerla siempre en un estante alto porque tanto a Daniel de pequeño como ahora a Ainhoa les ejerce una atracción especial. Lo que ignoraba por completo es que su origen era japonés. Como me dejas. De todas formas creo que, junto con las marionetas de Praga, son uno de los souvenirs que mas me han gustado.
Y que razón tienes Leo; hay gente que encierra sus sentimientos en esa última muñeca..y gente que la tiene completamente vacía.Creo que has encontrado un sentido a las hermosas matryoshkas. Yo quiero pensar que, como la gente, encierran diferentes etapas,a veces segun las circunstancias hay que adaptarse, pero que en el fondo son lo mismo.Al final está la esencia.
Un beso y de nuevo gracias por la información.

noviembre 17, 2006 8:32 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Leo!
Cuanto tiempo sin pasar a visitarte, pero ha sido genial :) No sabía nada de estas muñequitas, únicamente q venían de Rusia pq mi tia cuando era peque me trajo unas y me acuerdo :P Se le ocurrió la idea de traer del sitio q visitara la muñeca típica, y era muy curioso ver como dependiendo del país, la cultura, tradición, era de una forma u otra. Ahora las tiene mi hermana como una exposición y es genial ver como tanto en paises de Europa, como en Oriente, Sudamérica o Países Árabes, varían tanto unas muñecas. Creo q dedicaré un post, gracias por darme la idea ;)

noviembre 17, 2006 9:49 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre me han gustado estas auténticas piezas de arte.La variedad cromática y el detalle de cada miniatura hacen que no haya dos iguales... como las personas, somos un puzzle que envuelve un misterio dentro de un enigma...
Creo que es algo más que un souvernir, es casi un fenómeno cultural universal. La primera vez que ví una, no sé por qué pensé en aquellas venus prehistóricas de la fertilidad...
Muy bien traida esa reflexión sobre los universos personales. Una vez más admiro esa capacidad de síntesis y lo inesperado de un objeto que nos resulta tan familiar por el simbolismo que encierra.

Un besín

noviembre 17, 2006 10:13 a. m.  
Blogger Lebeche said...

Hola Leo:

El inicio del post me ha recordado una cuento que me contaba mi padre.

Decía que en su pueblo había un señor que se diponía a viajar al país de los pitos. Andaba por la calle y lols bares y todos los que se encontraba por el camino le decían: "Paco, ¿Vas al país de los pitos? Pues traéme un pito, me encantan los pitos". El asentía y seguia su camino.

De repente se cruzó con su amigo Juan que le dijo: "Paco me he enterado que te vas al país de los pitos. Toma 30 Euros, traéme un pito".

El contestó: "Juan... Tú pitarás" :)

Un abrazo, Leo. Gracias por tu visita.

noviembre 17, 2006 11:14 a. m.  
Blogger Azusa said...

He de decir que el tema de hoy me ha encantado, tengo una amiga procedente de San Petersburgo y siempre que va de vacas allí le pido que me traiga una (a ver si estas navidades me toca, jejeje)

noviembre 17, 2006 11:38 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Excelente analogía entre esas muñecas rusas y las personas, sólo que el número de muñequitas que se esconden en las primeras, es finito; mientras que las que albergamos cada uno de nosotros, no sólo no tiene fin, sino que lo solemos desconocer incluso nosotros mismos.
Un abrazo entrañable.
Hannah

noviembre 17, 2006 12:39 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Todos ven lo q enseñas, pocos lo q sientes, es mas facil y seguro quitarle capas a una muñeca q a una persona

Un beso niña

noviembre 17, 2006 1:47 p. m.  
Blogger Noa- said...

Que belleza de post. Siempre me gustaron esas muñecas. Perfecta la metáfora.

Saludos

noviembre 17, 2006 4:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Es cierto, es uno de los regalos más típicos y más conocidos del mundo, no sé por qué de pequeña tuve una, no recuerdo a nadie que fuera a Rusia.
Besitos y buen fin de semana.

noviembre 17, 2006 7:12 p. m.  
Blogger almena said...

Qué buena la relación que estableces con las personas. Realmente es como lo dices.
Un besazo, Leodegundia

noviembre 17, 2006 8:43 p. m.  
Blogger Mayte said...

Como alguna vez te he dicho , mi madre colecciona muñecas, mariposas, esculturas pequeñas, y tiene unas de estas muy chulas, no sé de donde las saco o si serán originales, pero recuerdo que se las tomaba "prestadas" para hacer más grande la familia de mis wipies unos muñequitos muuuu parecidos, pero obviamente sin tanto arte!!!

Un abrazo fuerte Leo y buen finde!!

noviembre 17, 2006 8:49 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Lamima – Pues mira, al parecer en Rusia era muy corriente que hubiera una en todas las casas y los niños solían emplearlas no sólo para jugar, también eran usadas para aprender a contar.
Bueno, lo de comparar esas muñecas a las personas fue sólo una idea, las personas supongo que tenemos muchas más capas y somos mucho más complicadas.

Aniwiki – Gusto verte por aquí de nuevo. Me alegro de que mi artículo te diera la idea para uno tuyo, pasaré por tu blog para leerlo a no ser que vuelva a tener problemas como ya me sucedió antes.

Marian – Es una pena que no se puedan hacer artículos más largos porque podría haber hablado de los distintos estilos que varían mucho de una zona a otra, pero en fin, supongo que el que tenga curiosidad por conocer más sobre estas muñecas buscará información.

Lebeche – Me encantó ese cuento que la verdad tiene mucho que ver con la realidad, mucha gente hace encargos a la gente que viaja, pero nadie suelta un duro y no se dan cuenta que no sólo es el dinero que añadido al del viaje ya es bastante, lo peor es que además hay que cargar con los pedidos durante todo el viaje y no te digo la lata que esto supone si el encargo es frágil.

Azusa – Espero que esta vez te toque y por fin tengas tu matryoshka.

Hanna – Tienes razón, la comparación que hice es sólo por mostrar una similitud pero sin creerme que sean iguales, las personas somos tan complicadas que muchas veces no nos entendemos ni nosotras mismas, así que para que nos entiendan los demás.

Yahoraquebonita – Por supuesto, pero claro que muchas veces la gente tiene que juzgar, por llamarlo de alguna manera, sólo por lo que ve pues muchas personas se cierran como ostras si se dan cuenta que los demás intentan conocerla mejor, como suele decirse, cada persona es un mundo.

Noa – Estas muñecas son como todo, las hay preciosas con una fina decoración y las hay mas corrientitas, pero todas tienen algo que atrae.

White – Bueno, en estos tiempos no hace falta viajar para conseguir regalos típicos de otros países, quizás eso quita un poco la magia de este tipo de regalos, mira lo que sucede con El Corte Inglés que cada cierto tiempo ofrece todo tipo de artículos de distintos países.

Almena – Si, creo que la idea es acertada, pero como ya dije, con las personas es más complicado que con las muñecas

Azul – Seguro que la colección que tiene tu madre debe de ser digna de ver, recuerdo que me hablaste ya de ella en otra ocasión.

noviembre 17, 2006 10:12 p. m.  
Blogger TICTAC said...

jajajaja!!! Gran verdad la de los recuerdos que no encuentran morada fija......nosotros tenemos un par que mi esposo regalo' a los chicos hace ya mucho tiempo y todavia andan dando vuelta por la casa, la ultima vez que aparecio' la de mi hijo tenia pintados un par de bigotes...En realidad son objetos preciosos como la de los gatitos de tu foto!

Muy interesante la historia de su proveniencia, no la conocia siempre las supuse rusas por algun motivo...
Estoy de acuerdo que hay muchas matryoshkas dentro de nosotros..oh!

Un abrazo de feliz fin de semana!!

noviembre 17, 2006 11:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Siempre he tenido el antojo de estas muñecas y nunca me lo he dado, ahora, tras leer tu post, me han vuelto las ganas de, ya que no me las regalan, comprarme unas. Hace poco mi hija, que se ha independizado, compró unas para ella y su nueva casa y me confesó que siempre las había querido tener, fijate en ese momento nos confesamos las dos nuestra afición por estas preciosas muñecas rusas.

Y es cierto eso que dices de que nos podiamos comparar con ellas. La priemra sería nuestro exterioro y la ultima nuestra alma...

Besos

noviembre 18, 2006 8:23 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Pues si, es cierto qe las personas nos ponemos capas que ocultan nuestra verdadera personalidad, siempre he pensado que eran una especie de máscaras, pero es más apropiado el símil de las muñecas rusas.
Curioso que algo tan típicamente ruso en realidad no lo sea tanto.

Me encantan las últimas de los gatitos.

Por cierto, el mio se llama Yoda.

Un gran abrazo.

noviembre 18, 2006 9:20 a. m.  
Blogger Meigo, aprendiz de Druida said...

Eres uno de mis placeres de fin de semana.
Soy muy topre con las manos y con los trabajos manuales, y este tipo de muñecos siempre fue m envidia, me refeiro a los manufacturados, claro. Siempre me hubiese gustado saber hacerlos.
Los humanos tenemos no solo 72, sino 72 veces 72. Y medimos no demasiado, asi que mira cuantas podemos llegar a tener, pero nos diferencia, para mal
en que las mismas, le cambiamos el color.
Un beso

noviembre 18, 2006 7:09 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Buenas tardes Leo a medida que iba leyendo me aclarabas recuerdos guardados hace mucho, recuerdos físicos que son sustituidos por otros objetos más llamtivos y novedosos, pero no sabía su origen ni confeción artesanal,a madida que se iban desnudando las muñecas rusas me recordaban a los seres humanos,estamos envueltos en capas desde la más llamativa, la externa, la que llama la atención consciente o inconsciente, donde aparentamos todas esas virtudes agradables, educados, en fin queremos demostrar lo que realmente no somos. La última la que ni tu misma conoces es donde realmente se encuentra lo bueno y lo malo que hay escondido en nuestro interior,que aflora a medida que profundizas quitando muñecas, esa última muñeca es la que realmente define tu ser, no todos somos asi afotundamente.Hemos de ser honrados con los que nos rodean y con nosotros mismos Besitos Nina

noviembre 18, 2006 7:27 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Me encanta que traigas las
matryoshkas, yo sí las tengo , ha sido un regalo muy especial.
No son las más bonitas pero han sido compradas con todo el cariño a el propio autor en un pais destruído por una guerra civil, seguro que sirvieron para paliar la miseria de su autor y para mí fueron doble regalo, más bien triple, era suficiente regalo que la persona que me las trajo volviera a casa sano y salvo, fíjate si les tengo cariño.
Son artesanales 100%, Pincha aquí

Besinos y deseos de un buen fin de semana.

noviembre 18, 2006 10:34 p. m.  
Blogger MAR said...

Muy lindas las muñecas yo si las había visto, pero no sabía mucho de ellas.
Ahora con respecto a los humanos-muñecas, yo siento que la importancia de no hacer un pre- juicio a las personas y dándonos y dándoles la posibilidad y la confianza para conocernos mas interiormente, recién ahí, pensaremos en la posibilidad de dar un paso mas y llegar hasta el fondo de la muñeca-corazón-humano, siempre y cuando sintamos que esa persona no nos hará daño.
Mis cariños para ti…
MAR

noviembre 19, 2006 5:59 a. m.  
Blogger Ogigia said...

Es que me encanta como lo cuentas¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Claro, tengo matriskirris regaladas

noviembre 19, 2006 11:40 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Tic tac – Jaja, yo también tengo algún regalo de esos que no sabes en donde colocar y que conste que yo no lo había pedido.

Trini – Pues mira nunca es tarde si la dicha es buena, puedes comprarte la que mas te guste y así habrás logrado uno de tus antojos o sueños, como prefieras llamarlos.

Reina - :-))) Bueno, ahora ya no te preguntaré por el gatín, ahora te preguntaré por Yoda, saber su nombre es como conocerlo un poco mejor.

Meigo y druida – No se si son 72 veces 72, pero que son muchas si y algunas ni siquiera sabemos nosotros mismos que es lo que hay dentro, unas veces por no querer investigar y otras por miedo a lo que podamos encontrar.

Nina – Por supuesto que la primera muñeca es lo primero que se ve y aunque no se quiera es este primer vistazo el que nos indica, a veces erróneamente, si la persona nos va a gustar o no, pero deberíamos de ser un poco mas tranquilos y no dejar que esa primera impresión fuera decisiva.

Xana – No me extraña que les tengas tanto aprecio, además son muy guapinas. Gracias por darnos la oportunidad de conocerlas, tienen todos los elementos de las muñecas del estilo de Semionovo con su pañuelo en la cabeza y su delantal en el que se pinta un ramo de flores de alegres colores, este detalle se consideraba después de la cara, la parte principal de la pintura de estas muñecas.

Mar – Al decir que cuando nos presentan a alguien lo primero que se juzga es por su aspecto, quiere decir que lo que vemos, su exterior, es el primer dato que tenemos sobre esa persona y que nos lleva a clasificarla como persona agradable o no, pero no significa que esa clasificación no pueda ser modificada, de hecho sucede con frecuencia que personas que al primer vistazo te caen fatal, luego con el trato resultan ser bellísimas personas con las que se congenia estupendamente y lo miso sucede en el caso contrario, puede que te caigan bien y cuando realmente las llegas a conocer las clasificas como personas “non gratas”.

Ogigia – Pues yo nunca tuve ninguna, pero si recuerdo habérsela comprado a una de mis sobrinas, a saber en dónde estará ahora esa muñeca.

noviembre 19, 2006 4:25 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Preciosas muñequitas, como tú dices son como las personas siempre descubres algo diferente en ellas cuando vas abriendo una u otra, creo que esconden un secreto que por pequeña que sea traen el sabor de quien las creo como las personas que muy muy al fondo muestran su interior.
Besitos con cariño Leo.

noviembre 19, 2006 10:01 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Casualmente me han traido esta semana una de Rusia, por ello he leido con especial agrado esta entrada.

noviembre 20, 2006 2:09 a. m.  
Blogger carlitos said...

Hola Leo!! A mi mamá le gustan mucho esas muñecas y estuvo buscandolas como por varios años, hasta que por alguna razón en alguna tienda departamental trajeron artículos Rusos y la pudo conseguir.
No conocía tanta historia del origen de estas muñecas, la última foto que pusiste de las muñecas me gusto mucho.

Pero lo que dices al último se me hace muy curioso e interesante, creo que si somos igual que las muñecas tenemos muchas capas, algunos mas algunos menos, otros un poco mas duras de abrir.



Besos!!

noviembre 20, 2006 5:28 a. m.  
Blogger . said...

Yo recuerdo que de pequeña en mi casa había un juego de esos.

Ven a leer algo muy interesante que todos debemos saber.

Un fuerte abrazo.

bohemiamar.

noviembre 20, 2006 10:23 a. m.  
Blogger TORO SALVAJE said...

No se me hubiera ocurrido compararlas con las personas, pero realmente puede servir perfectamente, tanto oculto de nosotros encerrado dentro de nuestra primera imagen.

Como siempre mi 10.

Besos.

noviembre 20, 2006 4:04 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Queridísima Leo, esta vez mi desaparición ha sido más larga debido a temas de salud...pero ya estoy de vuelta, y nada más entrar en tu casa, ya me he encontrado dos temas que me encantan (Las matrioshkas y el azafrán), así que me tomaré unos días (no muchos) para ponerme al día de lo que has escrito...pero no quería dejar de pasar a saludarte y postrarme a los pies de la Princesa de Asturias.
Besos.

noviembre 20, 2006 5:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Conocía a las muñequitas, pero ni siquiera sabía el nombre, me he encantado tu artículo y como siempre he ido indagando en la red.
Aquí, hay una colección bastante amplia.
Un saludo

noviembre 20, 2006 6:31 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Darilea – Tienes razón, estas muñecas tienen su encanto y su cuota de sorpresa según las vas abriendo, por eso me pareció que se asemejaban a las personas.

Noamanda – Interesante ese itinerario. No sabía que tú fueras de Japón.

Consumidor irritado – Mira que casualidad, yo hablo de las muñecas y tu recibes una. ¿Cuántas muñequitas tiene?

Carlos – Me alegro que tu madre consiguiera una para su colección. La foto que puse al final la encontré cuando ya había escrito el artículo y como me gustan mucho los gatos, no dudé en incluirla.
Si, las personas tenemos algunas capas que se abren con mucha dificultad, muchas veces por miedo a ser heridas.

Bohemiamar – Intentaré pasar hoy mismo si no surgen complicaciones.

Torosalvaje – Pues a mi se me vino a la cabeza el relacionarlas cuando estaba escribiendo el artículo. Jajaja, gracias por el 10.

Adrià Urpí - ¡Menuda sorpresa! hace mucho que no sabía de ti, creí que estabas ocupado en otros asuntos, pero lo menos que pensé es que tuvieran que ver con la salud.
:-)) No se lo que pensará Doña Leticia cuando sepa que tiene una competidora por el título.

Unjubilado -:-)) ¿Te das cuenta la de investigaciones que haces en Internet gracias a mis artículos?, te vas a convertir en el mejor investigador de la red. Gracias por la dirección que nos dejas, la verdad es que se pueden ver una gran variedad de matryoshkas.

noviembre 20, 2006 7:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

De pequeña me pasaba las horas muertas jugando con una que les regalaron a mis padres unos amigos que viajaron a Moscú. Para mí la gran pregunta era: ¿dónde están los hombres en esta familia? ¿dónde está el papá, el abuelo y los niños? Alucinaba de ver tantas mujeres y ni un sólo hombre... mi hermano me dijo para reirse que en Rusia no había hombres y durante un tiempo me lo llegué a creer. Menos mal que mi madre deshizo el entuerto :P
Genial el post, Leo!
Un beso!

noviembre 20, 2006 8:56 p. m.  
Blogger Luis Caboblanco said...

A mí me trajeron algunas de San Petersburgo y la verdad, ahora me gustan más que cuando me las regalaron. Aunque, algunas veces, tengo la sensación de que van a empezar a salir andando :-)

noviembre 20, 2006 11:53 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Por desgracia , muchos caemos en los topicos de esos regalos cuandoviajamos :)

noviembre 21, 2006 12:18 a. m.  
Blogger இலை Bohemia இலை said...

a mi me encantan, estoy deseando que alguien se pire a Rusia para encargarle unas...jajajaja
un beso

noviembre 21, 2006 7:49 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Anda, mira por donde me he enterado de que vienen de esa isla de Japón...la mía, resulta que me la compraron en Cuba.

Ay ay, que nunu, no soy japonesilla!!:0
No hay punto, después de la mía, sino coma, quiero decir, pues, que la mía(refiriéndome a mi muñeca)venía de Cuba, me la compraron en Cuba mi muñeca :)
Santo Dios! no sé si mexplicau o ha sido peor, glup!!

noviembre 22, 2006 12:19 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

Ya sabes que las matrioshkas es un tema que me encanta. Mis favoritas son las que tienen una forma más achatada...si no encuentro por internet, trataré de fotografiar las mías ( a ver si soy capaz!!).
Besos Princesa.

noviembre 22, 2006 3:13 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Un cordial saludo, Leodegundia.

Hace unos dias te había mandado un saludo a través del termo, y también había escrito aquí un mensaje, pero no sé porqué razón no se editaron ninguno de los dos; me quedé bastante jodido, y se me quitaron las ganas de repetirlo (es que éste no es mi medio).

Ahora ya no recuerdo bién como era, pero decía algo así como que soy bastante fácil de localizar, pues debo ser tan simple como una matriuska de esas, con sólo dos muñecas, y que quizá lo interesante está en el grabado o el dibujo externo; no me acuerdo.

De vez en cuando me paso a leer uno o dos de tus escritos "antiguos"; me gusta todo lo que te leo.

Saudos.

noviembre 22, 2006 5:02 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola Leo:
Muy interesante el artículo de hoy y, también, muy bien documentado.
Desconocía el origen japones de estas muñecas rusas.
Gracias por darnos a conocer estas curiosidades.
Besos
josé

noviembre 22, 2006 9:55 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Cris – La mayor parte de este tipo de muñecas eran siempre femeninas, pero luego empezaron a hacer familias, hoy se hace de todo desde actores hasta políticos, pero yo creo que las antiguas son las mejores.

Caboblanco - :-))) No te preocupes, de salir andando nada que precisamente no les pintan patucas.

Peggy – Todos nos traemos recuerdos cuando visitamos otros países, pero muchas veces cuando llegamos a casa ya no nos parecen tan monos como cuando los compramos.

Bohemia – Jajaja, ¿Y por qué no vas tú y así visitas el país?, creo que merece la pena, bueno, esto lo digo de oídas ya que yo nunca estuve en Rusia.

Noamanda – Jajaja, el error fueron los puntos que pusiste después de Japón. Ahora ya se que no eres japonesita.

Adrià Urpí - :-)) Pues inténtalo, fotogrfíalas, me encantaría verlas.

Batiola - ¿Cómo que eres fácil de localizar? yo no se en dónde estás, ¿tienes un blog?, si es así, dímelo.

José Sans – A decir verdad yo tampoco sabía que eran oriundas de Japón, lo que pasa es que cuando se empieza a buscar información sobre cualquier tema acabas enterándote de muchas cosas.

noviembre 24, 2006 12:12 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

pues a mí nunca me han terminado de gustar estas muñecas... Pero gracias por tanta información.. bessos

noviembre 24, 2006 2:28 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Natalia - Bueno, como se suele decir "Para gustos se hicieron los colores y para el jadín las flores",no tienen que gustar a todo el mundo.

noviembre 24, 2006 12:26 p. m.  
Blogger Legabal said...

Me gusta la historia de las muñecas rusas y la reflexión final. Sí, el humano y sus máscaras o el fingir que no tiene que también es una máscara.^.

noviembre 25, 2006 2:38 a. m.  
Blogger Leodegundia said...

Legabal - Tienes razón, algunas personas fengen que no tienen capas, pero eso no es verdad, pueden ser más o menos, pero las tienen.

noviembre 26, 2006 4:57 p. m.  
Blogger Dalva M. Ferreira said...

Concordo com Legabal... siempre!!!!

Un abraço desde São Paulo-Brasil

noviembre 28, 2006 4:39 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Dalva María Ferreira - Bienvenida a mi casa.
Si estás de acuerdo con Legabal entonces es que te gusta la historia de estas muñecas y que el ser humano se parece bastante a ellas.

noviembre 28, 2006 6:54 p. m.  
Blogger Lienzo said...

L verdad estoy muy contenta de haber encontrado tu blog por medio de la hormiguita. Me parece interesantísimo y muy ameno

noviembre 30, 2006 5:28 p. m.  
Blogger Leodegundia said...

Janik - Me alegro que te guste mi blog, pero tengo que reconocer que no se quien es esa hormiguita a la que mencionas.

noviembre 30, 2006 7:02 p. m.  
Blogger carmncitta said...

Por supuesto, yo fui a moscú y me compre´una matryoska jajajajaa. Tenían hasta con la cara de futbolistas famosos, que si ronaldinho, que si Raúl...pero tenían 0 de encanto!

me gustó tu blog.

saludos

noviembre 30, 2006 11:35 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Carmncitta - Bienvenida a mi casa.
Estoy de acuerdo contigo en que esas matryoshkas con caras de futbolistas tendría encanto 0. A mi me gustan las de estilo más antiguo, quizás son más sencillas pero al mismo tiempo son más entrañables.
Si te gustó mi casa, vuelve siempre que quieras.

diciembre 01, 2006 1:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola, buenas noches!

Pues yo retomo el hilo 10 años despues, por haver descubierto hoy, el porqué de que mi matryoshka tenga cara de japonés enfadado! :)

Siempre ha estado en mi casa, con mi familia, supongo que lo compró mi padre o su tia anciana en alguna casa de antigüedades o en algún antiguo viaje.

El año pasado se la pedí a mi madre para traermela a mi casa. Y aqui está!

Al final mi matryoshka es japonesa, y no rusa. Pues será bastante antigua.

Saludos! Y gracias por este blog.

María Joao

agosto 18, 2016 2:21 a. m.  

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