El rincón de Leodegundia

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viernes, noviembre 24, 2006

Apodos reales


Todo el mundo sabe que los reyes después del nombre suelen llevar un número, quizás porque hay muchos reyes del mismo nombre y para poder saber cual de ellos hizo que y en que época hay que diferenciarlos de alguna manera, pero además como somos muy dados a poner motes, detrás del mencionado número de orden solemos adornarlos con un apodo. Por ejemplo: Alfonso III El Magno, Alfonso IV El Monje, Ordoño III El Bueno o Bermudo II El Gotoso. En la época de sus reinados supongo que todos sabían el motivo de esos sobrenombres, pero con el paso del tiempo quizás esos motivos se fueron olvidando y en ocasiones ya ni se sabe el por qué se les apodó así.

Me pareció interesante rescatar algunos de estos apodos que quizás recordaréis. Empezaré por Sancho I El Craso, rey de León, está claro que lo de Craso le venía por lo gordo que estaba y lo estaba tanto que ni siquiera se podía subir a un caballo cosa muy denigrante en la época que le tocó reinar (955 a 965) en plena reconquista, ya que los reyes entonces tomaban parte encabezando las batallas y los leoneses encontraban ridículo que un rey que no podía montar a caballo pretendiera gobernar a los nobles. Pero Sancho no estaba solo, tenía una abuela que miraba por él, Tota era su nombre y debía de ser de armas tomar porque viendo como estaban las cosas de mal para su nieto que además de gordo tenía que vérselas con Ordoño IV El Malo que le quitó el trono, sacó billetes para viajar a Córdoba y allá se fueron los dos intentando arreglar esos asuntillos, pedir ayuda para recobrar el trono y lograr, por medio de los médicos árabes que su nieto se quedara hecho un figurín. ¡Lo que no consiga una abuela!, ambas cosas fueron un éxito aunque poco le duró a nuestro Sancho porque con motivo de celebrar el fin de una rebelión en Galicia le ofrecieron un festín y él que fue comedido y de postre decidió tomarse sólo una manzana, mira por donde, estaba envenenada, así que fin de Sancho y su reinado. ¡Para que luego digan que la fruta es buena!.

Sigamos ahora con Sancho II Garcés Abarca, rey de Navarra. En este caso, el apodo está bien claro que se refiere a un tipo de calzado de cuero que cubre la planta de los pies y que tiene un reborde en el que se hacen unos agujeros por donde se pasa una cuerda o tiras también de cuero para atarlos sobre el empeine y el tobillo y que era utilizado por los pastores. Lo que ya no está tan claro es el por qué se le apodó así, yo al menos encontré dos versiones, en una dice que un caballero encontró al rey de Navarra García Iñiguez que fue muerto por los moros lo mismo que su esposa la reina Urraca Jiménez que estaba embarazada y próxima a dar a luz y que viendo el caballero que por una herida del vientre de la reina salía una mano del niño, lo sacó y reanimó llevándoselo consigo, le dio el nombre de Sancho y lo tuvo oculto en las montañas hasta que fue proclamado rey y como se presentó vestido de pastor y calzado con abarcas, así se le apodó.
Otra versión dice que encontrándose el rey al otro lado de los Pirineos, los moros atacaron Pamplona confiados en que como era invierno resultaría muy difícil al rey poder regresar para socorrerla, pero este recordó que los pastores calzando abarcas no tenían dificultades para caminar por las montañas en invierno, así que calzó a todos sus soldados con ellas y llegó a tiempo para socorrer a la ciudad derrotando a los moros y de ahí el apodo.

En Navarra también tenemos a García II El Temblón, llamado así porque temblaba al entrar en batalla, no por miedo, si no por ardor e impaciencia.

Y ahora pasaremos al reino de Castilla y León para encontrarnos con otro rey con apodo, Fernando IV El Emplazado. Este rey heredó la corona de su padre en una época difícil y siendo aún niño, por lo que estuvo bajo la regencia de su madre María de Molina con la que a decir verdad no se portó demasiado bien, pero esa es otra historia. Al llegar a la mayoría de edad hizo la guerra a los moros apoderándose de Gibraltar logrando que Mohamed, rey de Granada, se reconociese vasallo suyo. Pero entre guerra y guerra con los moros, sucedió que alguien asesinó a Don Juan de Benavides, favorito del rey, cuando salía del palacio real en Palencia y se acusó a los hermanos Carvajal, aunque hay quien dice que primero el rey había encargado a Benavides que matara a los Carvajales y que estos lo único que hicieron fue defenderse y en la refriega fue Benavides el que pasó a mejor vida. Fue tal el odio que Fernando IV tomó a estos hermanos que mandó les prendieran y como castigo no se le ocurrió nada mejor que mandar despeñarlos desde el Peñón de Martos, en Jaén, pero estos hermanos que además de declararse inocentes de la muerte de Benavides, eran un tanto respondones, emplazaron al rey al tribunal de Dios diciendo que en el término de treinta día, el rey moriría.

¿Casualidad?, ¿alguien se aprovechó del emplazamiento dictado? o ¿acaso son efectivos estos emplazamientos al tribunal de Dios?, este no es el único de la historia. El caso es que justo a los treinta días el rey se fue a dormir la siesta y ya no despertó, siguió a los hermanos Carvajal en su viaje al otro mundo.

Otros muchos reyes con apodo quedan en la lista, como Carlos II El Hechizado, Fernando VI El Justo o Fernando VII El Deseado, que mejor no lo hubiera sido tanto por el mal resultado que dio. Y las reinas tampoco se libraron de esta costumbre, no olvidemos a Isabel La Católica, a Juana La Loca o a Isabel II llamada “La reina de los tristes destinos”.

viernes, noviembre 17, 2006

Regalo típico

Cuando se hacen viajes, sobre todo al extranjero, los familiares y amigos suelen decir: “tráeme un recuerdo” y la persona que viaja, aunque no siempre de buen grado, suele buscar algo típico que visto en el lugar de origen parece “mono” y luego cuando se llega a casa muchas veces resulta bastante hortera y fuera de lugar y la persona que lo recibe no encuentra un lugar apropiado para colocarlo terminando el famoso regalo en algún recóndito lugar en lo más profundo de un armario, no es el caso del regalo al que me voy a referir a continuación.

Me refiero a uno del que nada más verlo, todo el mundo localiza a la perfección su origen, Rusia, por supuesto, son las matryoshkas. Estas muñecas sorpresa tan representativas de ese país sólo llevan “viviendo” allí poco más de cien años, sus antepasados proceden de Japón, concretamente de la isla de Honshu en donde se hacían unas muñecas llamadas Fukuruma que representaban al dios Fukurokuju, uno de los siete dioses de la suerte que representa la sabiduría, la suerte y la longevidad y que se adoraban en China y Japón. Digamos que el nombre de este dios se podría traducir más o menos así: Fuku = felicidad; roku = abundancia y ju = larga vida), bueno no es que yo domine el japonés, sencillamente lo leí y espero que la traducción sea seria porque hay que reconocer que quedó bonito. A este dios se le representa con una imagen de anciano, de frente alta, a decir verdad muy alta, lleva un bastón lleno de escrituras y se acompaña de una tortuga, símbolo de larga vida y una grulla, símbolo de sabiduría.

Al parecer la inmigración se produjo por medio de algunos rusos participantes en la guerra ruso-japonesa que aprendieron la técnica de sus captores y la desarrollaron una vez regresaron a casa. Las primeras matryoshkas se hicieron en Moscú y fueron decoradas con motivos típicos rusos y eran muy caras, ya se sabe, la novedad sube los precios, pero a partir de la Exposición Mundial de París en 1900 tuvieron tanto éxito que la producción subió y los precios bajaron haciéndose más asequibles.

La fabricación de estas muñecas pasó por varios períodos, al principio era un trabajo artesanal en el que la labor de los torneros era esencial pues había que conseguir unas paredes muy finas procurando que la madera no se agrietara y aunque parezca mentira, en esta época a la pintura se le daba menor importancia prestándosele más atención a la cara de la muñeca que al vestido y solían representar diversos tipos sociales como campesinos, comerciantes o guerreros e incluso retrataban a veces a toda la familia, padres e hijos, cada uno era una pieza.

La llegada del socialismo a Rusia terminó con la producción privada de los artesanos que tuvieron que pasar a trabajar en las fábricas en donde quizás la producción de matryoshkas era mayor, pero se perdió la calidad de trabajo artesanal. Cuentan que a los que no trabajaban en las fábricas les resultaba muy difícil utilizar tornos caseros porque la electricidad se les restringió mucho propiciando el volver a utilizar los tornos accionados con el pie a los artesanos que no quisieron dejar de serlo, además la milicia y los representantes de la energía controlaban las vías de comunicación para evitar la posibilidad de que el producto elaborado de forma artesanal, de mejor calidad que el que se producía en las fábricas, se difundiera por otras zonas en donde podría ser vendido, sin embargo a pesar de las dificultades, la mercancía logró llegar lejos aunque en pequeñas cantidades. Ahora con la apertura del sistema económico los artesanos volvieron a recuperar la libertad para crear nuevos tipos de matryoshkas y otras obras de arte típicas de Rusia.

El número más habitual de muñecas que se pueden encontrar en una matryoshka es de 2, 3, 8 y 12, pero también las hay de 24 ó 48. La más grande, tengo entendido que es una que se hizo para el cumpleaños de Lenin y que tenía 72 muñecas siendo la mayor de un metro de altura. Sus formas son muy variadas, lo mismo que su pintura muy simple en unas y muy elaborado en otras, algunas sólo se pintan y otras se tallan o se queman. Al parecer se empieza la fabricación por la muñeca más pequeña, la que no se abre.

Y aprovechando que hablamos de matryoshkas, se me ocurre que las personas somos un poco como estas muñecas. Lo primero que se ve es la primera muñeca, su forma, su colorido, sus dibujos y de ahí se saca la primera impresión. Si se profundiza un poco más en la relación se llega a la segunda y se empieza a conocer como reacciona o como piensa, al menos en público. Al llegar a la tercera va surgiendo una personalidad más cercana a la realidad y quizás es el momento de empezar a ver con más claridad sus defectos y virtudes y a partir de la cuarta es cuando se entra en una especie de niebla que nos impide llegar muchas veces al completo conocimiento pues aquí pueden darse muchas situaciones diferentes: puede pasar que no haya nada más pues es una persona totalmente superficial y la cuarta muñeca esté vacía; o que ni la misma persona se conozca muy bien lo que le hace comportarse de manera que desconcierta a los demás pues no tiene una personalidad definida; o que no quiera que se le conozca pues sabe que lo que hay no es bueno pero si provechoso para la forma de vida que eligió; o que sienta miedo pues sabe que llegado a cierto punto hay más probabilidades de que le hagan daño y por eso procura que la muñeca no se abra y emplea todos los medios que conoce para jugar al despiste y por último hay otros que encierran sus sentimientos en la última muñeca, esa que no se puede abrir.

viernes, noviembre 10, 2006

Oro rojo


Como oro rojo u oro en hebras se conoce a algo muy habitual en nuestra cocina, el azafrán y ese nombre le fue dado por el elevado precio con que se cotiza en los mercados, es la especia más cara del mundo, pero no es de extrañar si se conoce todo el proceso que debe de seguir hasta llegar a nuestra cocina.

Originariamente parece que fue cultivado al sur de Turquía, en una localidad llamada Corycus, de ahí le vendría el nombre a la planta (Crocus sativus) aunque hay quien opina que procede de Persia. Se sabe que era utilizado en Egipto como esencia aromática y en Grecia además por sus propiedades cromáticas, como remedio para la conciliación del sueño, para rebajar los efectos del vino y como afrodisíaco. Cuentan que durante el reinado de Eduardo III de Inglaterra, un peregrino transportó desde oriente un bulbo de azafrán que escondió en el bastón hueco que llevaba, cuando llegó a la ciudad de Walden lo plantó y comenzó a reproducirse y con su cosecha dio a la ciudad una gran riqueza. Durante el renacimiento, Venecia, famosa por su comercio, llegó a ser el centro más importante de venta del azafrán que en aquel tiempo era más valioso que el oro. Los árabes lo utilizaban en medicina por sus propiedades anestésicas y antiespasmódicas, también lo usaban como colorante y en su cocina era uno de los condimentos más importantes. Ellos lo introdujeron es España y es en la zona de La Mancha donde se produce el de mejor calidad no sólo de nuestro país si no de todo el mundo.

Como a todo buen producto que por añadidura es tan caro, le salen competidores que se venden a menor precio y que por supuesto tienen menor calidad, además es un producto que se presta a adulteraciones, una de ellas es el añadirle estigmas de otras plantas con objeto de aumentar su volumen aunque se conocen métodos para detectar estas adulteraciones, por ejemplo: los éteres del petróleo no se colorean con el azafrán verdadero o bien que los estigmas del azafrán puro arden rápidamente mientras los falsos lo hacen con dificultad.

Para defenderse de estos ataques, los productores y envasadores del producto, crearon la Fundación del Consejo Regulador del azafrán de La Mancha que es un organismo de control que garantiza que el azafrán amparado por esta Denominación de Origen se ha producido dentro de su zona geográfica y tiene la calidad requerida. Es una entidad sin ánimo de lucro constituida solamente para defender en todo el mundo el azafrán que se produce en esta zona que abarca las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo.

El azafrán es una planta herbácea y bulbosa, posee unas hojas largas, verdes y lineales que crecen formado penachos. Las hojas y flores nacen casi al mismo tiempo. La flor, conocida como “rosa del azafrán”, es de un color violáceo, consta de seis pétalos y florece a principios de otoño y su floración dura aproximadamente veinte días. Cuando el azafranal presenta una intensa floración, se le llama días de “manto” y es tan impresionante que se cuenta que Alejandro El Grande se puso a llorar ante la belleza de los campos de Crocus Sativus. Cada flor tiene tres estambres amarillos y un filamento blanco, el estilo, que se divide en tres estigmas de color rojo y cuando estos estigmas están secos poseen una intensa fragancia y un sabor penetrante y amargo y constituyen lo que se denomina azafrán.

Suele plantarse en los meses de Mayo Junio y no es muy exigente con el riego salvo en dos etapas, la primera en primavera para favorecer la formación de bulbos y a principio de otoño para facilitar la brotación y floración. La recolección hay que realizarla a mano y diariamente en las primeras horas de la mañana antes de que caliente el sol para evitar que las flores se marchiten. Para recoger las rosas hay que hacerlo de una en una con sumo cuidado para no estropearlas y se van depositando en una cesta de esparto o mimbre tratando de que se compriman lo menos posible. Se trasladan entonces al almacén para proceder a su monda y los estigmas sacados se colocarán en unos cedazos de tela metálica fina o tela de seda que se colocan sobre una estufa caliente para proceder a su secado.

Hay un dato que no puedo dar con exactitud pues en todas las fuentes consultadas, las cantidades no coinciden y es el número de flores que hacen falta para obtener un kilo de azafrán, pero son miles de flores y eso os dejará bien claro el por qué de un precio tan elevado.

Hay quien guarda el azafrán recién tostado en pequeños saquitos de lana para depositarlos en cajas de madera o metal resistentes al óxido, otros los ponen en frascos de vidrio opaco o en recipientes de barro, lo importante es aislarlo de la luz y de la humedad.

Como ya dije, el azafrán fue usado como tinte, como afrodisíaco, en la elaboración de perfumes, en usos medicinales pues sus cualidades para la salud son muchas y además demostradas, como por ejemplo por su carácter tónico (estimulante del apetito), eupéptico (favorece la digestión), sedante (combate la tos y la bronquitis, mitiga los cólicos y el insomnio y calma los problemas de dentición infantil) o carminativo (favorece la expulsión de gases acumulados); aunque el uso mas corriente es en la cocina siendo el condimento estelar en algunas salsas, en arroces, pescados, caldos y sopas, mariscos e incluso en los dulces, jarabes y licores. Normalmente se presenta en hebras aunque también se puede vender molido.

Existe un gran vínculo histórico del azafrán con esta zona de La Mancha, teniendo incluso un vocabulario propio como por ejemplo:
Picarse el azafrán: referido a la acción de dañarse o pudrirse las plantas del azafrán.

Menear las uñas: mondar la rosa.
Tener buen/mal clavo
: expresión aplicada cuando el azafrán está en flor y tiene muchas hebras largas, o pocas y desmadradas.
Día del manto
: día en el que abunda la flor del azafrán extraordinariamente. Suele coincidir con el 1 de noviembre, festividad de Todos los Santos.
Echar la pata
: ayudar al cultivador de azafrán a mondar la rosa por parte de los vecinos/as el pueblo.
Rosero: persona que trabaja en la recolección de rosas.
Mondar la rosa
: separar los estambres que constituyen la especia del resto de la flor.
Queda reflejado también en el folklore de la región, en canciones, o en refranes como estos:

Por Santa Teresa, rosa en la mesa.
Por San Lucas el azafrán a pellucas.
Bueno es agosto para el azafrán, miel y mosto
Noviembre, si las flores dan, coge azafrán.

y no olvidemos una famosa zarzuela con música de Jacinto Guerrero titulada “La rosa del azafrán". Famosa es también la Fiesta de la Rosa del Azafrán que se celebra en Consuegra (Toledo) o los concursos de monda realizados en La Solana (Ciudad Real) o el Festival de la Rosa del Azafrán de Santa Ana (Albacete).

Hay una costumbre que todavía se sigue manteniendo en algunos pueblos manchegos que consiste en regalar unas briznas de azafrán a las parejas de novios como símbolo de prosperidad.

Después de todo esto, creo que es más que recomendable usar, eso si, de forma moderada el azafrán, basta con unas pocas hebras para lograr un color y un sabor muy agradable en algunos platos. ¡Y que sea de La Mancha!

sábado, noviembre 04, 2006

Y todo empezó por ....

Si, todo empezó por la reacción de enquistamiento de una partícula extraña dentro del cuerpo blando de una ostra, ella intenta protegerse ante esa invasión que no logra expulsar cubriendo lentamente esa partícula con una acumulación de nácar y seguirá haciéndolo mientras el intruso permanezca en su interior y al cabo de los años se puede decir que ha nacido una perla.

Las perlas no son todas iguales, tienen diferentes tamaños, formas y colores. El principal mercado de perlas fue durante siglos el Golfo Pérsico, pero con el descubrimiento de América, aparecieron grandes cantidades en las costas de Panamá y Venezuela. Normalmente las perlas se producen en agua salada, pero también las hay de agua dulce (lagos y ríos) quizás menos lustrosas que las de agua salada pero sus formas, colores y menor precio las hacen muy atractivas y populares.

Hay que tener en cuenta que las perlas necesitan unos cuidados especiales para que mantengan su textura y color durante mucho tiempo, como por ejemplo evitar que los perfumes y otros productos que contenga alcohol y aceites entren en contacto con ellas, las lacas para el pelo y las lociones pueden transformar a una perla fina en una sencilla cuenta opaca y seca, también las perjudica la secreción ácida de la piel, el agua salada, el jabón o los cambios bruscos de temperatura que pueden resquebrajarlas. Con el paso del tiempo las perlas se vuelven mate lo que se llama ponerse viejas y enfermas y cuando pierden todo su brillo se dice que están muertas, tengo entendido que se hicieron muchos intentos para “revivirlas” pero de momento al parecer ninguno dio resultado. Otra cosa con la que hay que tener cuidado, es como se guardan en el joyero, deben de estar protegidas para que no se rayen con el roce de otras joyas.

No voy a entrar en la historia de las perlas a lo largo de los siglos y a través de las distintas civilizaciones porque el tema se alargaría en exceso, hoy sólo quiero mostraros algunas de las perlas más famosas, entre las que se encuentran las siguientes:

La Peregrina

Es una perla blanca con forma de pera que fue descubierta a comienzos del siglo XVI en el golfo de Panamá por un esclavo, al que luego se le dio su libertad. El nombre de peregrina le vino por los muchos viajes que hizo pasando de unas manos a otras: fue el regalo de boda de Felipe II a María Tudor; a la muerte de Felipe II la perla regresó a España y fue lucida por diversas reinas españolas; requisada por José I Bonaparte cuando reinó en España viajó a Francia después de la derrota de Arapiles pues Bonaparte huyó llevándose con él la perla y más tarde, Napoleón III se la vendió al marqués escocés de Abercorn cuya esposa la lució en la corte inglesa de la reina Victoria; en 1969 la joya salió a subasta y la compró Richard Burton como regalo para Elizabeth Taylor y esta incorporó la perla a un collar de diseño de Cartier. Cuentan que un día la perdió estando en un hotel y por miedo a la reacción de su marido se puso a buscarla por toda la habitación hasta que se dio cuenta de que uno de sus perros tenía algo en la boca y allí estaba la famosa perla. De momento la perla sigue en poder de la actriz, pero posiblemente siga su viaje para no perder el título de peregrina.

Perla Drexel

Llamada así en honor de Mary S. Irick Drexel que en 1901 se casó con el hijo de Anthony Drexel, el financiero más influyente del siglo XIX al que se le conoce como el hombre que hizo Wall Street. El origen de esta perla es desconocido, posiblemente provenga de la Polinesia, su color es gris con visos rosados, forma parte de un colgante-broche realizado por Cartier.

Es extremadamente raro ver este tipo de perla natural.

Perla Hope

Esta perla es del tipo blister, término que se les da a las perlas que crecen adheridas al caparazón del molusco, de ahí su forma irregular, llama la atención su bronceada superficie que parece haya tomado el sol, cosa que en la foto no se aprecia. Bautizada así por ser parte de la colección de Lord Henry Philip Hope gran coleccionista de gemas en el siglo XIX, que además de las numerosas perlas naturales que poseía, unas 150, también era propietario de un famoso diamante que también lleva su nombre. Por obra de los joyeros fue coronada y convertida en un colgante. Durante un tiempo estuvo en el South Kensington Museum y luego fue subastada en la sala Christie's y hoy pertenece a una colección particular.

La Black Beauty

Es una perla de botón de 6,5 quilates cuya perfección la coloca en lugar de honor como una de las perlas negras mejores del mundo. No se conoce su origen exacto, tal vez apareció en Ecuador o Venezuela, dos zonas en donde se producen las mejores perlas de color. Los brillos irisados que tiene esta perla son de tono berenjena.

Perla Kuwait

Esta llamativa perla natural y con forma de gota, procede del Golfo Pérsico, poco se sabe de su historia pero es posible que la tenga ya que está considerada como la sexta perla más grande del mundo. El estilo de montaje indica que fue realizado en el siglo XIX.

Perla Asia

Por su tamaño está entre las más grandes del mundo. Apareció en la India en el siglo XVII y perteneció al Sha Jahan, que se la regaló a su segunda esposa, Arjumand Banu Begum, su favorita, que murió al dar a luz a su decimocuarto hijo y para la que mandó construir un mausoleo que hoy es conocido en todo el mundo, el Taj Mahal.
Cuando la ciudad de Delhi fue sitiada pasó a manos del rey de Persia que a su vez se la regaló al emperador chino Quianlong donde creían que el poseer esta perla proporcionaba felicidad y bienestar. A la muerte del emperador, la perla fue puesta en su tumba, pero en 1900 unos ladrones la profanaron y se llevaron la perla y después de viajar de un lado a otro, apareció en París en donde fue vendida y ahora forma parte de una colección privada.

Broche de la reina María

En este broche que perteneció a la Reina María, esposa de Jorge V de Inglaterra, hay dos perlas de concha (perlas obtenidas de la concha, de gran tamaño, del molusco univalvo Strombus que son rosadas y se caracterizan por no tener revestimiento nacarado), unas de las mas raras del mundo. Su color rosa las distingue de las demás perlas naturales.

Bien, ya conocéis algunas de las más famosas perlas, queda decir que a las perlas se le atribuyen propiedades de salud y sabiduría, son símbolo de amabilidad, lealtad y justicia; se supone que absorben la energía negativa y tranquilizan a las personas; indican inocencia, pureza y modestia y se recomienda llevarlas a las personas que sufren palpitaciones y a los que padecen miedos y angustias, pero eso si, nunca las debe de llevar una novia el día de su boda porque en ese caso simbolizan lágrimas y esa novia llorará mucho en su matrimonio.

Pero además de estas perlas hay otras muchas cosas que se bautizan con este nombre, como por ejemplo:

Cuando una persona es excelente se dice de ella que es una perla.
Lo mismo sucede cuando cualquier cosa es preciosa o exquisita.
También se le llama perla a las píldoras huecas rellenas de alguna sustancia medicinal.
Se utiliza para definir un tono de gris .
Y para el té: un té perla es el verde preparado con las hojas más frescas y delicadas.
En el juego del tresillo: reunión de la espada, la malilla y el rey o el punto.

Y esto no es nada para cuando se usa metafóricamente en plan poético tanto en versos como en canciones

Pueden ser rocío:

“Aderezo de esmeraldas
con las perlas del rocío
y el dolor de las escarchas
en el retorcido olivo”


Pueden ser dientes:

……….
Y por dos hilos de perlas,
que dos claveles guardaban,
dio la voz al manso viento
y repitió las palabras:
……..


Quiero empañar tus límpidos cristales
y ver palidecer esos corales
sobre las perlas de tu boca ufanos.


“Muñequita linda de cabellos de oro
de dientes de perlas, labios de rubí
…………..


Pueden ser lágrimas:

Llora perlas la vida
cuado amanece,
y en perlas guarnecida
se desvanece.

……………
los ojos hechos fuentes, repetía,
y el mar, como envidioso,
a tierra por lágrimas salía;
y alegre de cogerlas,
las guarda en conchas y convierte en perlas.
…………

Y también espuma:

Se rasgan nubes grises en el mudo horizonte.
Sobre el agua dormida de la fuente, las gotas
se clavan, levantando claras perlas de espuma.
Fuegos fatuos que apaga el temblor de la ondas.”

Y muchas cosas más se pueden relacionar con las perlas pues se las tiene como símbolo de belleza y perfección. Y yo diría que vosotros mis lectores, que charláis conmigo por medio de los comentarios, sois las perlas que adornan mi mesa camilla.

miércoles, noviembre 01, 2006

Los crisantemos

Poco le duró la felicidad de esa nueva hija, toda la alegría que sintió con su nacimiento se tornó dolor al cabo de treinta y tres días ya que el destino o quien decida estas cosas, se la llevó para siempre.

Ver partir de su casa aquella pequeña caja blanca fue para ella el momento más doloroso de su vida, era como si le arrancase una parte de su corazón, esa parte que había destinado a ella desde el momento en que supo que estaba en camino.

Difícil hallar consuelo, los días le parecían todos grises y sólo encontraba un poco de sosiego mientras arreglaba las flores de su jardín. Siempre había amado las flores y las cuidaba con esmero e incluso les hablaba pues decía que así las flores lucían mejor, más frescas y brillantes y fue entonces cuando decidió que tenía que cuidar una flor en especial para su niña muerta. Encargó unos esquejes de crisantemo blanco, no el crisantemo corriente, era una variedad especial del color blanco mas puro, ningún jardín en aquel pueblo lo tenía, lo plantó en el mejor sitio de su jardín y lo cuidó con mimo para que floreciera en la época en que todos llevan flores a los cementerios para honrar a sus seres queridos.

Llegó el día, se levantó temprano mientras un tímido sol bañaba su jardín y allí en el lugar que ella había designado lucían sus crisantemos especiales tan blancos que parecían copos de nieve. Los cortó mientras les hablaba y les pedía que contaran a su hija como los había cuidado para ella, con cuanto amor y dedicación pues a pesar del tiempo trascurrido desde que ella había partido, su corazón seguía sintiendo su ausencia como el primer día.

Se apresuró para llegar al cementerio antes de que se llenara de gente, colocó el ramo y rezó una oración para luego regresar a su casa pues tenía otras hijas que también necesitaban de su atención.

La noticia llegó mas tarde y con ella su corazón volvió a sufrir, alguien sin sentimientos había robado las flores que ella cultivó con tanto amor para su hija y quizás ahora estuvieran adornando otra tumba. Sabía que si buscaba por el cementerio las encontraría, no había otras como aquellas, pero el daño ya estaba hecho y el dolor sólo le permitió ofrecerle a su hija un puñado de lágrimas.

Muchos años pasaron desde entonces, pero esa madre aún guarda en su corazón la pena por su hija y el recuerdo de aquellas flores que quizás no se hallan muerto porque están regadas por su llanto.